¿Te levantaste con el pie equivocado? Hackea tu día y cambia de pie con esta rutina

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No podemos negar que hay días en los que nos levantamos con el pie equivocado.

No sé si es el pie derecho que hay que bajar de la cama de primero o si, de hecho, no importa cuál sea, pero esa sensación de malestar energético (que pasa frecuentemente los lunes) es imposible de ignorar.

Es como si quisieras que el día acabara para que mañana, en la nueva oportunidad de levantarte, todo tuviera luz nuevamente.

¿Has escuchado el término "Hackear"?

Hackear es irrumpir, de manera forzada, en un sistema de cómputo o una red.

Con esta sencilla rutina que a continuación te comparto, vas a poder hackear tu mañana sin tener que esperar a que sea el día siguiente para que entre la luz a tu vida.

Breathe1. Respira

Cuando sientas que no te levantaste con el pie indicado, busca un lugar en donde puedas sentarte cómodamente, cerrar tus ojos y respirar sin ser interrumpido.

Comienza a respirar orgánicamente. Observa tus pensamientos, los cuales es muy posible que estén cargados hacia lo negativo. No los juzgues, no trates de modificarlos, solo obsérvalos y regresa tu atención a la respiración.

Comienza inhalando mientras cuentas del 1 al 6. Mantén tu respiración otras 6 cuentas. Exhala por 6 cuentas más. Aguanta el aire nuevamente por 6 cuentas más. Esto hará que tu respiración sea balanceada. Si 6 cuentas es mucho, intenta con 4 o con lo que tu te sientas cómod@. Lo importante es que las longitudes de inhalación, exhalación y sostenimiento del aire entre una y otra sean iguales.

Realiza este ejercicio de respiración por 5 minutos, cuántas veces sea necesario, durante tu día.

No te rías, pero me he llegado a meter a un baño público solamente para poder encerrarme en un cubículo a respirar (de preferencia un baño limpio, sino ¡yiac!) y a centrarme nuevamente cuando las cosas se ponen pesadas para mi.

Cuando realizas este ejercicio, estás sirviendo de testigo de tus pensamientos, casi como si te escucharas y a la vez te dieras la mejor oportunidad de relajación: respirar conscientemente.

No es meditación, es respiración.

YogaPoses2. Estírate

Cuando te encuentras estresad@ o de malas pulgas –como dirían en mi pueblo–, lo primero que se tensa es tu cuerpo. La mandíbula se aprieta, los ojos se afilan, la respiración se hace más rápida, los músculos se tensan, los órganos sufren.

No necesitas ser un Yogui experimentado para hacer la siguiente rutina de estiramiento. Además, como no se trata de ganar la medalla olímpica al más flexible, con que honres el movimiento natural y flexibilidad de tu cuerpo es suficiente.

Repite en silencio "Estoy feliz, todo está bien, es un buen día" mientras haces este ejercicio.

(1) Párate derech@. Los pies separados a la distancia de tu cadera. Coxis metido, o sea, no te pares como pato, mete  las pompas de forma en que tu columna quede totalmente recta. Cuello recto. Brazos descansando a los costados. Mirada al frente.

(2) Inhalas, abre los brazos los llevas al cielo.

(3) Exhala, baja los brazos y  la espalda recta hasta colocar las palmas de tus manos sobre el suelo o tus pantorrillas o tus muslos. No te esfuerces de más, hasta donde llegues es suficiente.

(4) Inhala y estira tu columna de manera que formes un ángulo recto con tus piernas y tu columna.

(5) Exhala y vuelve a dejar caer los brazos al suelo (pantorrillas o muslos)

Revisa que tus hombros, mandíbula y resto del cuerpo estén relajados.

(6) Inhala y comienza a subir tu cuerpo lentamente. Quieres volver a quedar parad@ recto pero lo vas a hacer despacio: Comienza a subir tu dorso. La idea es curvar la columna, vértebra por vértebra de manera que lo último que sube es tu cabeza. Como si te estuvieras desenrollando hacia arriba.

Procura que tu inhalación comience cuando aún estás abajo y termine cuando la cabeza se endereza.

Observa tu energía, cómo se siente tu cuerpo una vez estás rect@ nuevamente.

Repire el ejercicio por tres veces. No olvides respirar y mantenerte relajad@

No es Yoga, es estiramiento.

tea3. Toma-Té-la con calma

Busca un lugar con naturaleza, en donde puedas recibir el sol por 15 minutos, de perdida una ventana iluminada que de a la calle.

Bebe despacio un té tibio sin cafeína (camomila, tila o jasmín son ideales). Disfruta de tu bebida, de tu vista y de pensamientos positivos. Si llega algún pensamiento negativo, automáticamente crea otro pensamiento positivo.

No importa cuántas veces tu mente te mande un pensamiento de miedo, molestia, incomodidad o lo que sea que consideres negativo, pelotéalo de regreso con el mismo pensamiento en POSITIVO.

Ejemplo:

Pensamiento negativo: "Me choca el lunes, falta demasiado para el fin de semana"

Pensamiento positivo para reemplazar el negativo: "Tuve un buen fin de semana, me siento descansad@ y ahora tengo más energía para realizar mi trabajo".

Recuerda: Finge hasta que te la creas. Es posible que cuando pienses en el pensamiento positivo, no te la creas, tu negatividad está apoderada de ti, sin embargo, no te rindas y sigue peloteando de regreso.

No es coco-wash es Hackear tu mente.

***Si tienes dudas con la rutina puedes escribirme a Hola@AlasdeOrquidea.com y con gusto te asistiré.

Tu única obligación es ser Feliz,

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Ana Bolena Meléndez

La meditación es la energía que me mueve, a través de ella experimento magia. En M EDITA podrás encontrar meditaciones terapéuticas guiadas por mi, así como contenido con técnicas de respiración, visualización y sanación.

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