¿Qué es pobreza menstrual y cómo afecta a las mujeres del mundo?
La pobreza menstrual es cuando las mujeres menstruantes no puede acceder a productos sanitarios, higiene menstrual, educación, baños dignos o manejo de los desechos.
¿Suena mal no?
Bueno, aguanta, porque es peor.
Pero comencemos por un poco de historia; siempre la historia nos ayuda a ponernos en contexto frente a lo que sucede hoy. La historia nos muestra qué caminos hemos tomado y nos ayuda a reacomodarnos para el bien de todxs.
Vale decir, lo cual es muy triste, que no hay mucha historia contundente. Lo que sí sabemos con certeza es que el tema de la menstruación nos ha cazado tanto como se cazaron brujas por ese mismo motivo. Somos un ciclo físico y espiritual, podemos darnos cuenta cómo la cacería de brujas en 1690´s no es más que una proyección del patriarcado de esos tiempos, sumado a los cero derechos humanos que teníamos asignados en la época del Malleus Maleficarum [googoleenlo por favor, es un tratado para exterminar a las brujas, escrito por un hijodeputo llamado Heinrich Kramer a finales de los años 1400 y lo peor fue que fue el libro más vendido durante 200 años, el más famoso después de la biblia].
De allá viene nuestra historia, mujeres, pero esperen que esto se pone mejor, o peor, depende si eres hombre o mujer.
En los tiempos bíblicos, los hebreos encerraban a las mujeres para separarlas de la sociedad y no era para hacerles masajes en los pies mientras pasaban sus días. Esta práctica que uno pensaría que ya hace parte de los libros de historia, todavía sucede en el mundo. Les juro, yo tampoco lo podía creer cuando lo supe pero familias rurales de Nepal todavía practican una tradición que consiste en exactamente lo mismo, esta tradición se llama chaupadi. Así que nos podemos dar cuenta con esto, que nos falta mucho por evolucionar.
Y aunque me escandaliza, no me sorprende. Un mundo que ha estado en manos de las diferentes religiones opresoras y machistas [btw porque si queremos ser feministas tenemos que comenzar a cuestionar todo ese aprendizaje religioso, pero esa es otra historia], es un mundo que resulta en lo que es hoy.
Hay mucha vergüenza religiosa asociada con la sangre menstrual y eso viene del Cristianismo medieval cuando las mujeres hasta se colgaban bolsas (tipo sachettes) con sapo molido [si, sapo, el animal, molido] para no oler a sangre menstrual y eso que aún no encontraban el remedio para los cólicos… pero el Cristianismo, obvio, les recordaba constantemente que se tenían que aguantar el dolor y la vergüenza porque esa era una forma de Dios de recordarles el pecado original de Eva.
¿¡¡¡Whaaaaaaaaaaaaaaaaaat!!!!??? ¡Sí, señoras, siempre pagaremos las mujeres (según las versiones religiosas de la creación) por la falta de pelotas de Adan y la visión recortada de quienes se la inventaron esa historia.
Con eso dicho, imaginen lo que sigue en la historia.
En los años 1600´s, no cuando el tirano mandó las calles de Cartagena, sino cuando estaban matando brujas a diestra y siniestra en Norte América y Europa, se decía que las mujeres menstruantes tenían conexión directa, o lo que venía siendo el whatsapp de la época, con el diablo.
O sea, nos pasaron a joder, porque según esta teoría, todas las mujeres tenían chat privado con el Cuernudo una vez al mes. Eso sí, algo que te podía ayudar a mantener el Diablo bloqueado de todas tus comunicaciones eran las cruces de ajo y, muy importante: ser una esposa buena, sumisa y por supuesto, aventar a la hoguera, literal, a aquellas mujeres que estuvieran endemoniadas (aka libres, sensuales, independientes, espirituales… o sea todo lo demoniaco, obvio).
Y aunque esto pareciera no tocarnos a las mujeres en América del centro y sur, tampoco es como que estuviéramos viviendo historias de gloria.
En la mitología Maya se creía que la menstruación era un castigo a la diosa de la Luna porque representaba la sexualidad y la fertilidad y resulta que la muy zunga desobedeció las reglas cuando al acostarse con el dios del Sol. Obvio, al man no le hicieron nada, él se podía comer a la diosa, pero ella, ¡oh no! ¡Pónganla a sangrar toda su vida por puta!
Ese Dios es un machista y no me cae bien. Solo digo.
Así que de eso venimos, mujeres, para que entendamos por qué carajos está esto tan torcido. Y eso tan torcido, obviamente, ha derivado en una completa ignorancia sobre los temas menstruales y la esoterización de la fisiología femenina.
Si la menstruación es: vergüenza, demonios, dolor, mujeres locas matando ganado o arruinando cosechas, volviendo hombres estériles y enloqueciéndolos con sus favores sexuales, y toda una suerte más de cosas horrendas y absurdas, pues ¿qué reflejo podemos esperar en nuestras sociedades?
Pobreza Menstrual
Más de 800 millones de personas menstrúan diariamente. Globalmente, 2.3 millones de personas viven sin lo básico en cuanto a servicios sanitarios. En ciudades en desarrollo, solo el 27% de personas tienen facilidades de agua y baño en casa. Estas son cifras de la UNICEF.
¿Qué pasa con el chorrero de personas que menstrúan y que no tienen el acceso a esas facilidades?
Perfecto. Esta parte me encanta:
Cierra los ojos e imagínate el día más fuerte de tu regla sin papel, ni toallas, ni agua, ni tampones ni nada, ni agua. Imagínate toda esa sangre, el no poderte asear, el no tener dónde poner esa sangre. ¿Duro, no? Ok, ahora, agradece porque eres una de las que habita en el minúsculo porcentaje de las que tenemos privilegios y hasta lujos o excentricidades menstruales.
Obvio, si te imaginas esto, podrás también imaginar que no puedes salir de tu casa o estarías replicando la escena más sangrienta de la película Carrie. Y es exactamente eso que les pasa a un altísimo porcentaje de niñas y mujeres menstruantes: no pueden ir al colegio, a trabajar, se atrasan en sus estudios y no solo eso, la falta de higiene menstrual está ligada a infecciones urinarias y reproductivas.
Espantoso ¿no?
Y eso que no he mencionado que todo esto anteriormente dicho hace que las mujeres no alcancen todo su potencial y pierdan oportunidades que puedan ser fundamentales para su desarrollo. Y como no reciben la educación suficiente y necesaria terminan casándose y embarazándose siendo prácticamente niñas aún, lo cual lleva a estados de cero bienestar, violencia doméstica y falta de salud reproductiva.
Esta vergüenza que se nos ha impreso a través de TODA nuestra existencia como mujeres, nos oprime mentalmente haciéndonos sentir inadecuadas con algo que es ¡un proceso biológico natural!
Y no nos tenemos que ir muy lejos, todavía hay mujeres que esconden sus toallas cuando van al baño a cambiarse, o les da pena decir que tienen la regla o peor aún les da “no sé qué” decir la palabra menstruación.
Yo soy rebelde en ese aspecto y me gusta poner incómoda a la gente, lo disfruto. La incomodidad, muchas veces, es educativa, así que si lees esto y eres una de las que se esconde, te invito a que te liberes y lo hagas naturalmente. Se siente empoderador y te conviertes en una mujer pro activa con esta causa.
No hay nada que disfrute más que la travesura de decir la palabra menstruación frente a diferentes hombres y ver sus reacciones. En serio, parece que por un segundo hicieran corto circuito. Well, deal with it!
A medida que nosotras mismas nos rompamos el tabú, seremos capaces de ayudarles a las demás a romperlo. Si yo me avergüenzo de mi sangre, entonces seguiré perpetuando la ignorancia que tanto daño le hace a nuestras hermanas menstruantes.
Lo que pasa es que la menstruación se ha convertido en un tema político, which is funny, porque nuestros cuerpos femeninos y sus fluidos siempre terminan siendo un asunto político de hombres. Pero si los hombres menstruaran y se embarazaran otra historia nos cobijaría.
¿Cómo así que la menstruación es un tema político?
La pobreza es un tema político. Un país con pobreza no habla mal de la gente, habla mal del país. La Pobreza Menstrual es un problema global porque quienes gobiernan y han gobernado el mundo, son hombres y como ellos no menstrúan pues les vale una piola, ¡qué se jodan las pecadoras esas!
¿Qué pasaría si en las escuelas de los menos privilegiados no hubiera papel de baño o agua? ¡No, imposible, impensable, insostenible! Pensaría y diría el político en traje y corbata tratando de ganar votos. Pero, la realidad es que algo similar sucede:
Hacer pipí o popó es una función fisiológica, biológica, natural. Es como la muerte: no tienes salida, si eres humano vas a hacer pipí y popó una o varias veces al día.
Bueno, si tu sexo asignado fue mujer y tienes entre 12 y 50 años, es muy probable que sangres una vez al mes durante 3 a 5 días. ¿por qué coño no hay toallas sanitarias proveídas por el estado así como proveen papel de baño y jabón para las manos en los colegios? por poner un ejemplo solamente.
Menstruar es una función fisiológica, biológica, natural. Es como la muerte: no tienes salida, si has sido asignadx con el sexo de mujer vas a menstruar desde los 12 años aproximadamente.
La diferencia entre estas dos funciones fisiológicas solo es que la menstruación no les sucede a los que les asignaron el masculino y por eso, les vale madres, porque ellos gobiernan el mundo y, aunque las mujeres seamos la mitad de la humanidad, no importa, claramente Adán era más importante que Eva.
¿Qué podemos hacer?
Mira en tu comunidad. Lee, entérate, en serio, no es tan difícil si tienes una computadora o un smartphone tienes el poder para involucrarte, puedes ayudar desde comprando o haciendo colectas de dinero para llevar a comunidades en necesidad o apoyar a personas que ya están haciendo eso. Siempre es más fácil ayudar a través de otros, pero ponernos la bandera nos hace activas y productivas con nuestra munda.
Lo más importante es enterarte, recuerda que la ignorancia es lo que nos ha mantenido presas de una función fisiológica, rompe tus propias barreras para que puedas ver la realidad de las mujeres menstruantes, y con ello ayudar a las mujeres y hombres a tu alrededor a romper sus propios tabúes para que sea una cadena en la que desmitifiquemos la sangre menstrual y las mujeres menstruantes de todos los estratos sociales, de todos los colores, de todos los tamaños, nacionalidades, ideologías, podamos menstruar libremente y le dejemos un mundo más amistoso con nuestros procesos femeninos a las que vienen detrás.
¿Cómo empiezo?
Conéctate con tu propio ciclo menstrual. Cuando te entiendes como mujer y ves la belleza detrás de tus poderes cíclicos, entiendes la poesía detrás de nuestra menstruación y es imposible no ver la feminidad desde otro punto.
La libre menstruación es tu derecho y es el derecho de todas las mujeres que tienen un útero y de quienes también es la elección si utilizarlo para dar vida a humanos a para dar vida a su propia vida.
Para conectarte con tu ciclo, te invito a que hagas esta CLASE SIN COSTO en la que te enseño a diagramar tu ciclo para entenderlo y comenzar a integrarte con él por medio de diferentes prácticas que te ayudarán a sentirte en más flow con tu energía femenina.
Así es como veo yo el camino, comienza por ti, porque cuando comienzas por ti y ves lo hermoso que es nuestro ciclo, nuestra sangre y nuestros procesos menstruales, entonces te conviertes en una bandera que inevitablemente estará repartiendo esa sabiduría a las mujeres a su alrededor y esa es nuestra misión como mujeres, y no pelearnos entre nosotras como le encanta a la ideología del patriarcado para tenernos en la sombra y vulnerables.
El trabajo en comunidad es lo que nos da la fuerza. No se trata de que tomes la Pobreza Menstrual como tu bandera (aunque si quieres hacerlo, ¡adelante! necesitamos muchas trabajando en pro de esto) pero si es necesario que cada mujer menstruante se conecte con su propia menstruación para que el despertar y la igualdad sucedan.
En cómo educamos a los nuevos hombres viene mucha sanación de los programas mentales que hay frente al hecho de menstruar. Enséñale a un hombre la belleza detrás de nuestro ciclo menstrual y verás existir a un hombre que respete y defienda los derechos de la mujer. Necesitamos más de esos hombres y si tú eres madre de uno de ellos, tienes una responsabilidad gigante en su educación.
Gracias a mujeres menstruantes y no menstruantes que se han abanderado de esta causa, ahora podemos decir que comienzan a suceder destellos de lo que queremos que suceda como marejada:
En el 2018, por ejemplo, en Colombia, las mujeres, sí, las feministas, las que luchan por nosotrxs todos los días para que haya igualdad, lograron que se quitara el 5% de IVA en los productos sanitarios. Y uno se siente muy orgulloso de su país en este logro, sobre todo cuando ves cifras como que en 35 estados de los Estados Unidos, hay impuesto sobre estos productos porque son considerados “no esenciales” ¡para los hombres! Pero como les digo…sería otra la historia si ellos menstruaran, como lo dijo Gloria Steinem en uno de sus escritos.
Entonces, si tenemos en cuenta que las mujeres tenemos la desventaja no solo en la brecha salarial del 20% o 30% dependiendo el país en el que vivas, sino que tenemos que gastar más en nuestros productos sanitarios, pues se explica por qué los hogares más pobres de Colombia, por ejemplo, son los que tienen a una mujer por cabeza de familia.
Esta campaña de MENSTRUACIÓN LIBRE que busca bajar impuestos sobre los productos sanitarios, no es la única iniciativa positiva desde un nivel político y cultural, está también LA LEY MENSTRUAL que existe en Asia hace tiempo y que se llama “baja menstrual” y esto establece que “cuando una mujer, para quien el trabajo durante los periodos menstruales sea especialmente difícil, ha pedido licencia, el empleador no empleará a dicha mujer en los días del periodo menstrual”, además de que les pagan extra cuando no hacen uso de esta licencia.
Lo curioso aquí es que pocas usan este derecho, entre los porqués está: no quieren revelar sus intimidades, necesitan el dinero (lo cual es una razón fundamental cuando ganas el 20% o 30% menos de lo que deberías de ganar solo por el hecho de ser mujer), no se quieren sentir vulnerables en un mundo dominado por lo masculino, o sea que se convierta en discriminatorio porque entonces las empresas también querrían contratar más hombres para no tener que darles esas licencias. Bullshit. I know.
Todo esto demuestra 3 cosas:
Queda mucho por trabajar para lograr esa igualdad real y contundente.
Nosotras somos responsables de esa evolución, nadie que no seamos nosotras va a tomar esa bandera, nuestros problemas los tienen, a Ellos, sin cuidado, así que la educación depende de que nosotras mismas hagamos esa conexión y trabajemos desde nuestra trinchera. Si eres maestra de colegio, busca abrir espacios para la educación; si eres influencer, habla sobre esto con tu comunidad; si eres madre de una mujer ayúdala a crecer integrada con su ciclo, para eso primero tienes que hacerlo tú. Si eres mujer cis o trans, menstruante o no menstruante, si eres hombre cis o trans feminista, hay mucho que puedes hacer.
Somos la mitad de la población. Tenemos voz, tenemos voto, solo tenemos que ser coherentes y dejar de tomar el bullshit que nos dan por pereza a hacer algo.
¿QUIERES ACTUAR YA?
Te presento REVOLUCIÓN ROJA, un proyecto que estoy co creando con Alejandra Libertad una amiga talentosa y artista como yo, y buscamos por medio del arte y la comunicación: educar, hacer conciencia, crear proyectos y recolectar dinero para ayudar a erradicar la Pobreza Menstrual en diferentes países de Latinoamérica.
Si quieres conocer nuestra Revolución Roja y unirte a una comunidad que busca ser agente de cambio en la realidad menstrual de las mujeres Latinoamericanas, visita AQUI.
Puedes, en este momento, regalar una toalla de tela o una copa menstrual a una niña que vive en pobreza menstrual. Haremos llegar estas donaciones por medio de fundaciones que ya trabajan en pro de ello mientras nosotras creamos nuestra propia fundación.
Gracias por leerme, gracias por permitirme entrar a tu mente por medio de esta lectura y esta información para abrirte a esta posibilidad de ayudarnos como mujeres y ayudar a todas las mujeres del mundo, en especial, las menos privilegiadas.
De mujer a mujer,
Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea