¿Para ti qué es perdonar?
Para mí, perdonar no es olvidar. Por el contrario, para otorgar un perdón bien sincero debo de recordar exactamente qué es lo que debo de perdonar, no sólo para sanarlo sino para mantenerlo presente en cada momento de mi vida como una enseñanza de oro.
Si necesito perdonar a alguien es porque me causó dolor. Sin embargo, aquí entra el maestro Miguel Ruiz y sus recomendaciones: No te tomes nada personal.
Cuando aprendo a afrontar y asimilar este acuerdo, me encuentro con un montón de preguntas: ¿si no es personal, entonces por qué me lo hizo? Resulta que nadie me hace nada a mí, resulta que cada quien actúa y uno es quien experimenta un rencor tras la acción del otro.
Lo primero que quiero exponerles es cómo he entendido el plano humano y nuestro camino:
Creo fielmente que hay un plan divino. No es mi intención sonar fanática ni religiosa. Cuando digo “plan divino” me gustaría englobar lo que nuestra mente humana no es capaz de comprender, me gustaría darle las palabras que merece tanta perfección de la naturaleza en todos sus planos.
Manifiesto en mi mente que nosotros somos parte de un plan divino. Todos, TODOS, somos una ficha necesaria y estratégica, por eso, creo que ningún camino es incorrecto, ni corregible, sino que siempre es perfecto.
Hoy puedo perdonar a todo el mundo, a los que les guardaba pequeños o grandes resentimientos, porque hoy entiendo que cada una de esas personas tenían una misión en mi vida, y yo, por mi parte, una misión en la vida de ellas.
Ahora, con esa conciencia en la que puedo entender que nada es personal, sino universal bajo un plan perfecto, perdono a todos y, de paso, me perdono a mí misma.
Perdonarse a uno mismo… ¡qué tarea más difícil!
Si juzgar a nuestro prójimo nos resulta sencillo, juzgarnos a nosotros mismos es pan de todo el día.
¿Se han dado cuenta, cada cuánto se reprueban durante el día? En las cosas más ínfimas. Nos reprochamos desde toda una vida de “hubieras” hasta el pastel de chocolate con el que pecaste en la comida.
Entonces entendí que yo y mi forma de ser y mis experiencias y mi camino son parte, también, de ese plan divino. Así como tu camino es parte de ese majestuoso plan en el que la evolución de la conciencia se avista como meta infinita.
Cuando manchamos nuestra alma de rencores, de odios, de resentimientos, dejamos caer un ancla que nos retiene en el pasado, y predispone nuestro presente. Cuando soltamos esas anclas, nos proyectamos hacia la pared mágica del presente y liberamos a nuestra propia energía.
Perdonar es perdonarte y, con ello, acceder a la libertad.
Hoy es #ViernesdeMeditación y preparé una visualización guiada para experimentar el perdón y sanar incluso con personas que ya se han ido. Mi intención es ayudarlos a alcanzar su propia libertad viviendo con total presencia en el día de HOY: www.alasdeorquidea.com/meditacion-conectar-perdon/