La errada percepción del dinero

Un niño tiene los primeros siete años para absorber la gran mayoría de las doctrinas por las que se regirá durante su vida.

Creemos que tuvimos chance de escoger, pero no es verdad. Desde antes de nacer ya se esperaba algo de nosotros y, según las expectativas, nos crían para convertirnos en determinado tipo de adultos.

La educación que nos dieron es basada en conocimientos generales, más nunca nos enseñan cómo afrontar la vida. Nos dicen que tenemos que estudiar como locos para trabajar como locos, para, entonces, tener un poco de dinero con el cual podamos sobrevivir. Nos enseñaron a buscar dinero, mas no a ser felices.

Trabajar como mula = a hacer dinero. ¿Quieres ser feliz? Entonces haz dinero. ¿Quieres dinero? ¡trabaja como una mula! Anda, ve y busca tu futuro basado en hacer dinero para luego retirarte y “por fin” disfrutar la vida, cuando la sabiduría te enseñe que debiste hacer lo que te hacía feliz y no lo que te daba dinero.

Estamos al revés. Buscamos dinero para ser felices y no nos damos cuenta de que lo que debemos de buscar es ser felices para acceder a la abundancia de recursos que el universo provee desmesuradamente.

¿Cuántas personas trabajan en lo que no les gusta? Siento que me veo corta: ¿Cuántas personas desempeñan oficios que detestan y no ganan lo que creen que deberían estar ganando?

Peor aún: ¿cuántos fantasean continuamente con hacer algo para lo que saben que son buenos, pero no lo hacen porque alguien les dijo que eso los va a dejar morirse de hambre, entonces, por eso, hacen de su vida una diaria jornada de tortura?

Un paso importante a tomar cuando deseamos ser felices, es la sensatez de nuestro camino. Si tenemos conciencia de que vivir no debería ser un eterno sacrificio, entonces más fácil encontraremos nuestra misión en la vida.

¿A poco creyeron que uno nada más llega a esta vida a vivir sin sentido? ¡Pues claro que no! Las personas que descubren su camino y misión de vida, descubren también que ese camino está lleno de abundancia. ¿Quieres conocer tu misión de vida? ¡Abre los ojos de tu conciencia!

Lo primero que tienes que dejar de pensar es que el dinero te salvará. El dinero no puede comprar la felicidad, podrá pagar por momentos que nos dan alegrías temporales.

Repito, el problema es que nos vendieron la felicidad patas para arriba.

Con todos los conceptos con los que concebimos el dinero, seguimos teniendo opciones para enfrentarnos a él: ¿cómo hago para traerlo a mi vida?, ¿es dinero bien habido?, ¿son recursos que provienen del continuo aburrimiento por hacer determinado trabajo o cada peso que gano lo gano con el corazón de vivir haciendo lo que me gusta?

Cuando cambiamos nuestra percepción vida–dinero, comenzamos a llamar mágicamente la abundancia a nuestro camino.

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