Día 18: Luz Interior
Cuando practicamos nuestras virtudes como la aceptación, la compasión, el dar, la gracia... hacemos ignición a la luz del corazón.
Es en el corazón que habita la chispa divina, la sabiduría máxima, esa que sigue su camino a casa y que nos habla por medio de la intuición.
Cuando decimos Namasté, estamos diciendo "La luz en mi honra la luz en ti", es en esta palabra que nos reconocemos como uno solo. Es cada final de la práctica que nos conectamos con esa luz que nos une y que nos habla del gran misterio de la vida.
Encender la luz es el fin de este reto, conectar con esa divinidad que nos lleva a crear magnificencia en nuestro universo. Convocar la calma que habita en el interior para que, con infinito gozo, aventuremos por la vida.
Mi luz reconoce a tu luz,
Namasté,
Anna Bolena ∞ AlasdeOrquidea