Cómo limpiar y recargar tus cristales
Piensa en los cristales como pedacitos del interior de la madre tierra que están recargados de diferentes frecuencias según de dónde son extraídos.
A mi me gusta adquirir mis cristales escogiéndolos yo misma y de fuentes que conozco que tengan buena calidad y me inspiren armonía como personas. Un cristal tiene energía propia y si te das a la tarea de sentirlos podrás diferenciar la energía de cada uno y lo que te produce.
Los cristales como los aceites esenciales, la intención es lo que hace que trabajen de maravilla. Por eso si solo tienes un cuarzo blanco no quiere decir que necesites una colección de cristales para todo, ese te puede servir en tus trabajos. Aunque sé que cuando uno empieza a adquirir cristales se enloquece y quiere todos, porque cuando logras conectar con su belleza y sutileza los entiendes como herramientas sensoriales que nos llevan a donde nuestra energía lo desee.
Cuando un cristal llega a tus manos, ha pasado por quien sabe cuántas manos o energías. Si una persona estaba sufriendo mientras lo cosechaba o mientras lo limpiaba, todo ese sufrimiento lo carga ese cristal pues son esponjas energéticas y por eso funcionan tan bien cuando de trabajo energético se trata.
Entonces, piensa en todas las energías que puede traer tu cristal, es como la versión esotérica de un billete, así que encárgate de limpiarlo bien antes de usarlo en ti o en otras personas.
Limpiar los cristales es muy sencillo, con tus manos y tu intención puedes hacerlo. Los puedes poner en el chorro de agua, dejar toda la noche en sal marina, utilizar salvia, incienso, copal o palo santo, es una de mis formas favoritas, puedes enterrarlos en la tierra bien tapaditos por una noche de luna llena o también dejarlos a la luz de la Luna Llena.
Una vez tienes limpios tus cristales es hora de recargarlos. Lo primero es hacer contacto con tu cristal limpio. Cierra los ojos y siéntelo. Visualiza tu energía infusionando tu cristal y su energía neutra tocando tus manos. Una vez hagas esta conexión, déjalo al sol por una mañana completa.
Limpia tus cristales cada que los uses en otras personas o cada que sientas que ya es hora de limpiarlos. Recárgalos con el sol y la luna, el agua y la tierra cada que puedas y verás la linda conexión que puedes crear con ellos.
Permítele a cada cristal que se exprese, que te hable y que se rompa si así debe de ser, ellos son sabios como lo es la Madre Naturaleza.
Con todo mi amor,
Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea